Sobre Nosotros
Quienes somos
Simplicidad, pureza y equilibrio diario
En Yama Sushi trabajamos desde un espacio pequeño y cuidado en Granada, donde expresamos la pureza del mar a través de la técnica japonesa. Nuestro enfoque parte de una idea sencilla: una cocina honesta solo nace del respeto absoluto por el producto.
Seleccionamos pescado fresco cada día y controlamos cada variable que define la esencia del sushi: el tiempo de maduración, la temperatura del arroz, la precisión del corte y la limpieza impecable del entorno de trabajo. Creemos que cada detalle sostiene el alma de un nigiri.
Apostamos por la simplicidad. Con pocos elementos buscamos revelar un sabor claro, limpio y verdadero.
El chef
Arte y técnica
Eric, fundador y chef de Yama, basa su trabajo en cuatro pilares: respeto por el producto, simplicidad, pureza y armonía. Cada día se encarga personalmente de todo el proceso: selección del pescado, limpieza, maduración y preparación final.
Para él, el sushi no es una demostración técnica, sino una actitud: presentar el sabor más real del ingrediente con honestidad y precisión.
Cada nigiri es un pequeño diálogo entre la naturaleza, el tiempo y el comensal.
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La pureza del sushi nace cuando el producto habla más que la técnica.
”
¿cómo somos?
Nuestro tipo de restaurante
Yama Sushi combina técnica japonesa con producto local. No buscamos adornos ni complejidades innecesarias, sino equilibrio: arroz, pescado, temperatura y tiempo convergiendo en su punto exacto.
El ambiente es íntimo y sereno. Servimos cada pieza de forma sencilla y respetuosa, invitando al comensal a detenerse, observar y apreciar los matices que componen cada elaboración.
Nuestra filosofía
¿Por qué no tenemos carta?
No contamos con una carta fija porque el mar cambia cada día.
El estado del pescado, la estación y el punto de maduración determinan el sabor final. Para garantizar que cada pieza se sirva en su mejor momento, ofrecemos únicamente dos menús cerrados que ajustamos diariamente según la calidad del producto disponible.
Trabajar sin carta nos permite:
• mantener un control absoluto de calidad
• expresar un sabor más honesto y preciso
• crear con mayor libertad
• respetar el ritmo natural del producto
Creemos que es el pescado del día quien decide el menú, no un papel impreso.
